Una postal renovada y colorida sobre la cara interior de la Escollera Sur.
Los turistas que a bordo de los buques de paseo se le animan a las jornadas frescas pero soleadas encuentran en estas vacaciones de invierno una postal renovada y colorida sobre la cara interior de la Escollera Sur, donde luce el pretendido mural “más largo del mundo”.
Una obra de más de mil metros lineales y casi cuatro de altura en la que cientos de marplatenses, en su mayoría alumnos de escuelas públicas y privadas de la ciudad, dejaron su huella con pinceles, brochas, rodilllos y más de 4000 litros de pintura donados por el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata y la firma Polacrin. “Es una satisfacción haber colaborado en una obra importante en una de las postales típicas de la ciudad”, aseguró el propietario de la empresa.
Foto: Pablo Funes (@dronmardelplata).
La iniciativa del empresario local Roberto Pennisi encontró en la artista plástica marplatense Emilia Leo la directora artística de este fenomenal emprendimiento que comenzó como un gran desafío y, al cabo de un par de meses, se consolidó como un logro de toda la ciudad a partir de la mancomunión de esfuerzos con un único objetivo: aportar a la postal del puerto, emblema turístico de Mar del Plata.
El mural se extiende desde el morro hasta inmediaciones de la posta de inflamables. Requirió en principio un acondicionamiento de la superficie de los bloques de hormigón –un metro cúbico cada uno- que componen la escollera Sur. Luego el sellado de la cara que da al espejo interior de la terminal marítima y, por último, el boceto que guió a los pintores al paso.
Leo, en su diseño, logró una descripción amplia y pormenorizada de la historia e identidad de la ciudad, con sus orígenes, el rol de los pescadores, la ciudad turística, las bellezas naturales, la arquitectura, los deportes y hasta los valores culturales lugareños.
La obra de arte popular a cielo abierto más grande de la ciudad convive con el renovado mirador del morro y la reserva de lobos marinos. En conjunto dan forma a una de las grandes atracciones para los visitantes que hoy y durante todo el año recorren la ciudad y, en particular, su puerto.
Con 4000 m2 pintados, el mural local abarca el doble de superficie que el más grande que tenía Argentina, en Barracas, y en más de 50% el que era considerado el mayor de Sudamérica, pintado en Río de Janeiro, en vísperas de los últimos Juegos Olímpicos. El de Mar del Plata tiene la impronta de los vecinos. Belleza e impacto le sobran. Un sueño de los impulsores de la idea: que tenga un lugar en el Guiness de los récords mundiales. El otro: que pueda tener continuidad en la Escollera Norte.